El Nahuelito: el monstruo patagónico del lago Nahuel Huapi
Origen de la leyenda
El Nahuelito es una supuesta criatura acuática que, según la creencia popular, habita en las profundidades del lago Nahuel Huapi. Este lago, compartido por las provincias de Neuquén y Río Negro, tiene 557 km² de superficie y más de 460 metros de profundidad conocida.
El origen de la leyenda se remonta a relatos indígenas anteriores a la conquista española. Los mapuches hablaban de "el cuero", una criatura acuática que atacaba animales y personas. Los primeros exploradores europeos escucharon de boca de los nativos historias sobre encuentros con monstruos acuáticos.
El nombre "Nahuelito" viene de "nahuel", que en mapuche significa yaguareté, aunque los españoles lo tradujeron como "tigre". El sufijo "-ito" es un diminutivo cariñoso que le dieron los habitantes de la zona.
El primer avistamiento registrado
El primer avistamiento documentado ocurrió en 1910, cuando George Garrett, un hombre que trabajaba en una compañía cerca del lago, avistó una criatura cuya parte visible medía entre 5 y 7 metros de largo y sobresalía unos 2 metros por encima del agua.
Garrett guardó este testimonio en secreto durante años. Recién en 1922 lo hizo público al contarlo al diario Toronto Globe, lo que generó repercusión internacional y alimentó la leyenda.
La expedición de 1922
Desde 1897, el Dr. Clemente Onelli, director del Zoológico de Buenos Aires, venía recibiendo informes esporádicos sobre una posible criatura en los lagos patagónicos. En 1922, tras el testimonio de Martin Sheffield, un buscador de oro estadounidense que aseguró ver un enorme animal desconocido, Onelli organizó una expedición oficial.
La expedición fue liderada por José Chiagi, superintendente del zoológico, y participaron cazadores armados con rifles para elefantes. Después de varios meses de búsqueda en el lago Nahuel Huapi sin resultados, regresaron a Buenos Aires sin pruebas.
Como anécdota, ese mismo año el empresario Primo Capraro creó una carroza con la figura de un plesiosauro para el carnaval de Bariloche, lo que generó confusión y titulares sensacionalistas en la prensa.
Avistamientos recientes
A lo largo de las décadas, los supuestos avistamientos del Nahuelito continuaron. En 1960, se dice que la Armada Argentina persiguió un objeto submarino no identificado durante 18 días sin poder alcanzarlo.
En 1988 se publicaron fotos en una revista del diario Río Negro que mostraban lo que parecía ser una criatura con cuello largo cerca de la costa de Bariloche.
En junio de 2022, una cámara web de El Cordillerano Radio que transmitía en vivo captó tres figuras que semejaban serpientes moviéndose bajo el agua. Ese mismo año, múltiples turistas reportaron avistamientos de formas oscuras y grandes moviéndose en el lago.
¿Qué podría ser?
Existen varias teorías sobre el Nahuelito. La más popular sugiere que podría ser un plesiosauro, un reptil marino prehistórico que habría sobrevivido hasta nuestros días. Sin embargo, esto es altamente improbable desde el punto de vista científico.
Los científicos y escépticos atribuyen los avistamientos a fenómenos naturales: troncos flotantes, formaciones de olas, reflejos, animales locales como ciervos o nutrias, e incluso mantarrayas que habitan el lago.
La profundidad del lago Nahuel Huapi, que supera los 460 metros, alimenta la imaginación sobre la posibilidad de que algo desconocido habite en sus aguas. Hasta el día de hoy, no existe evidencia científica concluyente que confirme la existencia del Nahuelito.
En 2022 se estrenó el documental "Bajo Superficie" del director Miguel Ángel Rossi, que investigó las profundidades del lago y recopiló testimonios de avistamientos. Según el cineasta, existen cinco zonas principales donde se concentran los reportes: el brazo Tristeza, el brazo Blest, la Piedra de Galeani, el área entre Villa La Angostura y el brazo Rincón, y la línea desde Ñireco hasta el río Limay.
Hoy, el Nahuelito es mucho más que una leyenda: es un símbolo de la Patagonia argentina y un atractivo turístico que mantiene viva la curiosidad de locales y visitantes. Real o no, el misterio sigue atrayendo a quienes buscan respuestas en las profundidades del Nahuel Huapi.